El granado (Punica granatum), es una especie cuyo origen procede de Oriente Próximo, concretamente de territorios de países como los actuales Irán o Turkmenistán. El granado se cultiva en la Península Ibérica desde hace varios miles de años, y por ello es posible encontrarle mencionado en los autores de la antigüedad como es el caso de autores como Columela (gaditano e hispanorromano del siglo I), en sus Diez Libros de Agricultura; o por Isidoro de Sevilla (s.VII), en sus Etimologías. También fue citado por todos los geóponos y botánicos andalusíes, que lo consideraban un importante cultivo, utilizado tanto como alimento como medicamento, tratándolo extensamente en sus textos de agronomía, medicina y botánica, datados entre los siglos X y XV.
Existe también documentación histórica de la llegada hasta al-Ándalus de nuevas variedades procedentes del norte de África y Asia Menor. A comienzos del siglo XVI, Alonso de Herrera en su Tratado de Agricultura, escribe sobre este cultivo de forma prolija y vehemente. Su presencia en las Huertas del Generalife está ampliamente documentadadurante los siguientes siglos, no solo como un cultivo de constante presencia en ellas, sino también como un producto de cosecha utilizado en forma de adehala en los pagos a la Corona.
Por ello, el Patronato de la Alhambra y Generalife, en colaboración con la Universidad de Córdoba y el Banco de Germoplasma Vegetal Andaluz (Junta de Andalucía), tiene el proyecto de instalar una colección de germoplasma con variedades de granado de valor histórico y/o tradicional. Esta colección quedará localizada en las huertas del Generalife, en los emplazamientos y superficies recomendables, probablemente huerta de la Mercería, para su conservación y gestión, cuidando su integración paisajística y arqueológica.
Para la caracterización de estos ejemplares, se están identificando variedades con valor tradicional e histórico, localizando fuentes de material genético, tales como huertas familiares y poblaciones asilvestradas en los antiguos territorios de al-Ándalus, hoy relegadas a linderos, ribazos y lugares marginales de antiguas huertas, así como de las colecciones de germoplasma conservadas en los países de origen. El desarrollo de descriptores morfológicos y selección de técnicas de biología molecular y de marcadores, permitirá la identificación y valoración de estos materiales.
Estas variedades o simples genotipos, presentan además de sus valores patrimoniales históricos y culturales, un gran interés económico ante las perspectivas que muestra el granado en agricultura, alimentación y medicina; considerando sus virtudes y propiedades dietéticas y preventivas de diversas enfermedades. Por ello, el programa de investigación diseñado por las citadas instituciones, incluye también la recuperación de usos tradicionales, antiguas recetas y formas de uso y consumo, entre las que se encuentran sus melazas, vinagres, licores, dulces y propiedades cosméticas.
Fuente: Patronato de la Alhambra y Generalife